Me quedo con esa idea de "devolver humanidad a las víctimas", porque muchas veces los números, las noticias rápidas o los discursos del poder borran por completo quiénes fueron esas personas y, de alguna manera, eso termina despojándolas de su identidad. Como parte de un país en el que el silencio muchas veces es el precio que pagamos por la paz personal, puedo asegurar que es muy duro... pero también tan poderoso no callar.
Gracias por tu comentario. Humanidad en tiempos de violencia, odio y polarización. El valor de lo humano por encima de cualquier cosa. Comunicación y periodismo con propósito.
Muy ilustrativo Miquel, y me viene a la cabeza el periodismo que se puede hacer más cerca, donde también se niegan los muertos, aunque el propio portal de trasparencia haya publicado la cifra. Como era aquello de "en todas partes cuecen habas"? pues eso...
Sí, este tipo de historias se está globalizando. El asunto es que sigue siendo necesario el periodismo que hace preguntas incómodas y que descubre estas impunidades a pesar de los pesares.
Me gustó la postura práctica ante el ejercicio del periodismo, no busca cambiar el mundo, no sigue esa utopía que sabemos que es falsa.
Un periodismo así sobrevive, no importa el tamaño de la crisis.
Gracias por compartir.
Me quedo con esa idea de "devolver humanidad a las víctimas", porque muchas veces los números, las noticias rápidas o los discursos del poder borran por completo quiénes fueron esas personas y, de alguna manera, eso termina despojándolas de su identidad. Como parte de un país en el que el silencio muchas veces es el precio que pagamos por la paz personal, puedo asegurar que es muy duro... pero también tan poderoso no callar.
Gracias por tu comentario. Humanidad en tiempos de violencia, odio y polarización. El valor de lo humano por encima de cualquier cosa. Comunicación y periodismo con propósito.
Muy ilustrativo Miquel, y me viene a la cabeza el periodismo que se puede hacer más cerca, donde también se niegan los muertos, aunque el propio portal de trasparencia haya publicado la cifra. Como era aquello de "en todas partes cuecen habas"? pues eso...
Sí, este tipo de historias se está globalizando. El asunto es que sigue siendo necesario el periodismo que hace preguntas incómodas y que descubre estas impunidades a pesar de los pesares.